lunes, 20 de junio de 2011

SALIDA A MURCIA

Hola a todos. 
La verdad es que es muy difícil escribir una crónica de la salida a Murcia y no caer en la tentación de "poner los dientes largos" a los que no pudisteis venir.
Fueron tres días fantásticos a todos los niveles. El viaje, eso sí, un poco largo ya que eran casi 7 horas de carretera, pero las expectativas eran tan buenas, que hasta esa paliza fue menor. 
Una vez en la Azoiha nos instalamos en unos apartamentos correctos y muy cerca del centro de buceo. Una sencilla cena y a descansar. 
El primer día de buceo hicimos dos inmersiones muy buenas. Un barco para nosotros solos, un mar en calma, agua a 22ºC, visibilidad de unos 15 mts., la simpatía de nuestro anfitrión, Sergi, ... que más se podía pedir. Los asombrosos fondos de la zona hicieron las delicias de los buzos que ahí estábamos. Las dos inmersiones fueron por la mañana, así que a eso de las tres de la tarde nos sentábamos en la mesa, con todos los deberes hechos. A comer y siesta. Por la tarde un paseo por la playa, alguna "cañita" y antes de cenar proyección al aire libre en el centro de buceo, del último reportaje de Josep Mª Castellvi sobre la cueva inundada de la Bordonera, un auténtico lujo. Nos retiramos temprano para reservar fuerzas para la sorpresa del día siguiente. 
El segundo día, otras dos inmersiones. La primera de similar características que las del primer día, pero la segunda... ¡vaya segunda inmersión!. Se trataba de combinar la inmersión con la espeleología terrestre, me explico: nos sumergimos junto a un acantilado en cuyo interior se haya una cueva a la que se accede por un pequeño pasillo a cinco metros de profundidad. Una vez en el interior de la cueva, salimos a la superficie (ya dentro de la cueva, con linternas y focos), nos quitamos los equipos y caminamos un centenar de metros por dentro de la cueva, hasta llevar a una¡asombrosa laguna subterránea!. Tenía unos 50 mts. de longitud y 18 de profundidad y un agua cristalina en la que nos bañamos un rato. Fue un momento mágico. 
Para salir la imagen era de nuevo espectacular, el contraste de la oscuridad de la cueva con el azul intenso de la boca de salida por donde debíamos salir era el colofón final. 
Después aprovechamos a bucear por el fondo del acantilado durante un rato más. Al salir, todos coincidíamos en que había sido toda una experiencia.
Ya de regreso al puerto, y tras un pequeño acopio de fuerzas, algunos comenzaron el regreso mientras que otros nos quedamos a pasar un día más en este paraíso. Algunos bucearon al día siguiente, otros disfrutaron de las playas y otros, ... de la noche. 
En definitiva, una salida muy, muy completa donde todos volvimos encantados. El centro Rivemar se portó muy bien con nosotros. Josep Mª ... que os voy a contar, y el tiempo nos regaló unos días de sol y buen tiempo que también se agradecieron. 
Ahora a pensar en las próximas salidas: MEDAS, COLUMBRETES, PALAMOS, Y ... FORMENTERA